miércoles, 4 de marzo de 2009

EL SILENCIO DE MIS PALABRAS

Caminando hacia el olvido
dirijo prudente mis pasos;
observando que sin ti me siento perdido,
pido me protejas, en mis desolados ocasos.

Oculto el poema de mi tristeza
y relato cuentos que me traen de cabeza.
Silencio ante ti los sonidos vocales
pierdo cuanto tenía ganado por unas palabras puntuales.

El silencio de mis palabras,
llegan en un doble y controvertido sentido,
poder desaparecer en tu olvido,
dando paso en tu recuerdo de mis hazañas pasadas.

No deseo que ahora del todo me entiendas.
¡Ni rencores, dolores o cualesquieras penas!,
tan solo que a tu corazón en el futuro atiendas
y cuando hable todo lo anterior, ¡ comprendas!.

Enterrados quedarán los sentimientos,
nublados quedarán nuestros destinos,
que por el querer sincero y dormido
Volveré a vivir en mi futuro, con o sin sentido.

Dolorosa pena que a mi destrozas,
deseosa de acabar con tales vidas dolorosas,
llévame al encuentro de mi preciosa doncella
y sucumbe del todo esta tristeza que canto por ella.

PLEGARIA A MI REY

Aclamado rey, ayuda a los que se apiadan,
que por más que te rezan y aclaman,
tan solo de ti reciben más y más desganas
sin resolver de sus vidas miles de angustiosas penas.
Impunes quedan sin castigo recibido,
los que tras vivir lo de más vivido,
les otorgas y regalas abundancia,
quedando los desvalidos en la cruel demencia.
En este mundo desde hace mucho tiempo injusto,
regalas tu bondad tan solo en modo justo;
quebrantando la armonía de lo necesario,
regalando a unos fantasía y a muchos calvario.
Suplico y ante ti me remito,
para pedirte por los pobres y oprimidos,
para que no los dejes desvalidos
y siembren en el prójimo, la fe de tu camino infinito.
Castigados deben ser,
los que avarician y aclaman poder.
Quienes utilizan la maldad y sucumben
al dolor de las personas por su fructuoso bien.
Para que el hambre en el mundo resolvieras,
nos olvidaras de esas duras y feas guerras,
miserias de egoísmo humano,
que nos llevan a nuestra derrota
en tu dura pero sabia mano.
Mi plegaria ojala recibieras
y, que de este mundo cruel te acordaras,
para que todo lo posible solucionaras
y al final orgulloso de nosotros tu quedaras.